Naruto alcanzó un nivel que ni siquiera su padre Minato Namikaze pudo al agregar una transformación de la naturaleza al Rasengan y crear el Rasenshuriken.
Esta técnica es tan poderosa que se utilizó para acabar finalmente con el inmortal Kakuzu, un miembro de Akatsuki, y dejarlo en una condición tan crítica que ni siquiera pudo moverse.
Al analizar el cuerpo de Kakuzu, Tsunade se dio cuenta de que cada una de las conexiones de los chakras con las células de su cuerpo había sido destruida por el golpe, un resultado muy cruel y violento y que se parecía más a los efectos de un envenenamiento que a un golpe físico.
Pero peor que eso, este efecto también lo había provocado Naruto, quien se recuperó gracias a su gran resistencia y regeneración provocada por ser el Jinchuuriki del Zorro de Nueve Colas.
Sin embargo, con el tiempo, los efectos se volverían cada vez más críticos en el cuerpo de Naruto, que incluso podría perder su capacidad para dar forma al chakra, lo que provocó que el Quinto Hokage prohibiera a Naruto usar este jutsu .
Por supuesto, Naruto no dejó de usarlo, pero para hacer eso, aprendió a generar un Rasenshuriken que podía lanzarse, convirtiéndose también en un jutsu de larga distancia, lo que resultó ser aún más beneficioso para el usuario.
